Parémoslos
Firma la petición
A los Senadores Warren y Menéndez:
El pedido que ustedes han hecho para cerrar los Centros de Recursos de Embarazos (CREs) es totalmente anti-mujer y de hecho limita drásticamente las opciones de las madres embarazadas.
Es verdad que los CREs animan a las mujeres a no cometer un aborto. La misión que proclaman es la de empoderar a las mujeres que quieren llevar sus niños a término, eliminando los obstáculos para ello.
El hecho es que la decisión Roe vs. Wade ha sido revertida, y que el aborto es ahora ilegal o restringido en cerca de la mitad de los estados en los Estados Unidos. Los CREs Han estado preparados para esto desde hace décadas. Ellos llenan un vacío en favor de mamás embarazadas que al gobierno le tomaría años reemplazar.
Actualmente, más de 2,700 CREs en los 50 estados sirven a millones mujeres de todo tipo, sin importar su raza, religión, estado marital o salario.
Ellos ofrecen:
• Servicios de salud indispensables de manera gratuita o a bajo costo, incluyendo exámenes de embarazo, ultrasonidos, pruebas de enfermedades de transmisión sexual, y consejería.
• Indispensable formación para padres y madres, incluyendo programas de educación en la paternidad prenatal, consultas de lactancia materna, clases para dar a luz, asistencia para búsqueda de empleos y mucho más.
• Asistencia material y financiera, incluyendo productos gratuitos para niños (como pañales y fórmula), vestimenta, asistencia para el pago de deudas, servicios de adopción, ayuda para transporte y asistencia para vivienda.
¿Y ustedes quieren privar a las mujeres de estos recursos que necesitan desesperadamente en este momento tan crítico? ¿Quiénes creen ustedes que reemplazarán estos servicios?
¿Acaso Planned Parenthood ofrece pañales gratuitos, ropa y ayuda financiera?
Y le decimos al Senador Menéndez, que proviene de una familia hispana: Usted ha hecho campaña política destacando su Fe Católica, pero este ataque a los CREs –muchos de los cuales son auspiciados y administrados por fieles Católicos– es una traición a su Iglesia.
No limiten las opciones de las mujeres.
Paren inmediatamente sus ataques a los Centros de Recursos de Embarazos.